Etapa configurativa
Esta es la etapa más larga y exigente de la formación básica. Su objetivo es que la persona en formación se conforme a Cristo y al carisma de su propia vocación y de la Congregación.
Juniorado Superior
Durante los últimos cuatro años del juniorado, las hermanas viven en comunidades apostólicas, dependiendo de la Superiora local para su régimen. Para completar su proceso personal, las acompaña una hermana de profesión perpetua, nombrada por la Superiora Mayor correspondiente, con el consentimiento de su Consejo.
Objetivo
- Profundizar la vivencia de la vida religiosa desde una comunidad apostólica y con un apostolado específico para integrar todos los aspectos de la formación inicial en la vida diaria, el estudio y la acción misionera que fortalezcan la generosidad en el seguimiento y la entrega.
Preparación para los votos perpetuos (etapa de concretización)
El juniorado concluye con un período especial de preparación y discernimiento, de al menos seis meses de duración, para la profesión perpetua como segundo noviciado. Durante este tiempo, la hermana se dedica, en constante oración y contemplación, a reavivar con mayor profundidad el espíritu de su consagración al Señor y a una sincera revisión de su vida religiosa y comunitaria.
La Hermana Juniora retoma el proceso formativo en la casa del juniorado y concreta la decisión de la consagración definitiva a través de los votos perpetuos de pobreza, castidad y obediencia.