Espiritualidad



A la manera de la unión filial de Jesús con su Padre (Jn 17), aspiramos a la santidad mediante la vida interior y la caridad apostólica, que constituyen para nosotros una unidad esencial; vivimos la contemplación en la acción como exigencia de nuestra vocación misionera. Amamos al prójimo porque hemos experimentado el amor misericordioso de Dios (cf. 1 Jn 4,20; PC 6 por 5 e; LG 43 y 44; c. 675; CC 25; ET 45).


“Tengamos presente que para cumplir nuestra misión, debemos vivir la vida interior, la caridad y la obediencia tan necesarias para todo apostolado.” (C#5)